Uno llega a este país con cierta idea de como son las cosas, o como deben ser, o como uno se imagina que son. Por supuesto que al pasar el tiempo (aunque solo sean dos semanas), uno se va llevando sorpresas.
Primero: todos sabemos que los Parisinos son arrogantes, maleducados y poco amistosos; que detestan a los turistas y a los extranjeros en general. Pues, desde que llegamos todo el mundo nos ha tratado muy bien. Nos ha parado gente en el ómnibus a ver si estabamos perdidos y necesitabamos ayuda. Hasta los notorios mozos de los cafés nos han charlado con buenisima onda. Hablar un poco el idioma ayuda, sin duda, pero igual en la zona donde nos estamos quedando (que a veces parece una especie de ghetto anglosajón), nos hablan en inglés con gusto y hasta en español a veces. Ahora eso sí, les importan mucho los modales y la formalidad. Cuando he entrado en tiendas y he empezado "Pardon, madame, est-ce-que vous avez de...¨, me interrumpen y me dicen ¨bonjour, monsieur¨, como haciendome acordar que no las saludé.
Segundo: los Parisinos son todos flacos porque comen comida sana en porciones chicas. Juajaa.... Es cierto que no hay tanta gente gorda aquí como en los USA, pero los gorditos (y gorditas) no son tan escasos como uno se imagina. Eso de las porciones chicas es un cuento, también. Cada vez que hemos salido a comer por ahí nos hemos ido bien, pero bien satisfechos. Claro, nada como Cheesecake Factory, pero igual son generosas las porciones. El otro día me comí un choucroute que hubiera alcanzado como para tres. El couscous de la noche anterior casi no lo pude terminar (imaginense: ¡yo!).
Y eso de comer sano, bueh. Ya saben que la comida francesa puede ser bastante cremosa y grasosa. Aparte, no es por nada que esta ciudad esta llena de McDonalds, su imitación local que se llama Quick, y unas sandwicherias Turcas que hacen unos Shawarmas grasientos enormes. No es ningún complot del capitalismo yanqui ni turco. La explicación es muy sencilla: ¡a los franceses les encanta! Los McDo están siempre llenos y se ve pilas de gente sentada comiendo sus Big Mac en el jardín de Luxemburgo. También les encanta Starbucks y cuanta otra gringada haya flotando por ahí.
Ah, y acá tienen dulce de leche. Hoy comí un helado de ¨confiture de lait¨y no es excactamente igual, pero bastante parecido al nuestro.
-DM
samedi 15 septembre 2007
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