La borrachera

In Vino Veritas.
Si esto es cierto, entonces en sus momentos de borrachera podemos ver la verdadera naturaleza de las personas, y por ende de las culturas.

Yo fui estudiante en Estados Unidos, y como cualquier estudiante universitario en Estados Unidos les confirmará, les puedo contar que los estadounidenses, cuando se emborrachan, se acuestan con quien sea. Cuando una mujer es muy, pero muy fea, los hombres dicen que es una "two kegger", o sea que tendrían que tomarse dos barriles de cerveza para acostarse con ella. Cuanto más cerveza toman, más bajan sus criterios de belleza. Este debe ser el lado oscuro del puritanismo religioso que está de moda en ese país.

Luego viví unos cuantos años en Inglaterra, y los ingleses, por su parte, son una raza muy, pero muy bebedora. ¿Y que les gusta hacer a los ingleses cuando están borrachos? Agarrarse a las piñas. Los únicos momentos en que sentí miedo viviendo en Londres fueron en el tube los viernes y sábados de noche tarde cuando volvían todos los borrachos a sus casas y buscaban peleas. No debe sorprendernos que los ingleses sean una raza brava; al fin y al cabo en su momento fueron dueños de la cuarta parte del mundo y eso no se logra diciendo "I'm sorry" y "Excuse me". Se logra mamándose hasta las patas y curtiendo a los nativos a patadas.

Ahora que estoy viviendo en Francia, puedo confirmar que los franceses, aunque se hagan los muy civilizados y se burlen de los gringos borrachos, también toman...mucho. Se emborrachan con frecuencia. ¿Y que hacen los franceses cuando se emborrachan? Cantan. Mal. Horrible. Los escuchamos desde nuestro apartamento en Montmartre todos los viernes y sábados de madrugada, cantando sabrá dios que canción mal entonada y mal cantada. Los hemos visto en el quartier latin y en les halles de madrugada, subiéndose a los noctilien (colectivos nocturnos) a las cuatro de la mañana, haciéndose los Edith Piaf y los Charles Aznavour.

Por mi lado yo, que me emborracho con frecuencia también, no suelo querer ligar con chicas feas ni pelearme con extraños en el metro. Cuando estoy pasado de copas me gusta cantar mal. Horrible. O sea que por lo menos eso tengo en común con la gente acá.